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               La retroalimentación constructiva era más objetiva, específica y sin juicios de valor que la alabanza/crítica.

               Se basaba en la observación de elementos concretos y no era ni malo ni bueno. Esta retroalimentación
               fomentaba el debate, lo que permitía al mentorizado aprender más sobre la situación y establecer un
               curso de acción positivo para rectificar cualquier preocupación.


                Anexo 6 - Módulo 4 - Fotocopia 2 Unidad 4
               Unidad 4: ¿Cómo trabajar con la retroalimentación positiva en una enseñanza orientada a
               objetivos?
               Fotocopia 2: Lista de control para dar retroalimentación constructiva

               Para reducir la posibilidad de malentendidos y hacer que la retroalimentación sea más aceptable
               y útil, es útil seguir ciertas reglas. Si desea promover la apertura entre los participantes durante el
               curso de la formación/instrucción, es útil también darles a conocer estas reglas y que todos se
               pongan de acuerdo para intentar seguirlas.
                   •  TENER EN CUENTA LOS INTERESES DE LOS ALUMNOS

                   •  COMIENCE SIEMPRE CON UNA RETROALIMENTACIÓN POSITIVA
                   •  SEA HONESTO

               Las conversaciones sinceras fortalecen las relaciones. Las personas necesitan ser reconocidas por
               lo que son, y aprecian que les hables con honestidad y desde el corazón, aunque lo que les digas
               les resulte incómodo. La gente se da cuenta de que no estás diciendo lo que realmente piensas o
               de que te limitas a seguir la corriente.

               •       SE LO MÁS ESPECIFICO POSIBLE

               Evita  las  generalizaciones,  las  interpretaciones  y  las  inferencias,  como  "Pedro  siempre  está
               dispuesto  a  ayudar  a  los  demás",  "Se  nota  que  a  Dace  le  gusta  ser  el  protagonista",  "Si  te
               defendieras más, tendríamos mejores resultados".
               La función de la retroalimentación es contar las propias observaciones y sentimientos sobre una

               determinada situación. Cuando generalizamos e interpretamos, empezamos a hacer suposiciones
               en  nombre  de  otra  persona.  Esto  puede  parecer  una  intrusión  para  el  receptor  de  la
               retroalimentación.

               •       USE “YO …” EN VEZ DE “TÚ …”
               Cuenta tus propios sentimientos y observaciones, por ejemplo: "Me enfadé cuando no me diste
               la oportunidad de expresar mi opinión".


               •      CRITICAR LA ACCIÓN, NO LA PERSONA
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